(Actualizado en diciembre, 2000)

Acerca de  las redes

Es necesario organizar las redes de tal manera que no sean resultado de una interpretación intuitiva, sino de la aplicación del mismo método a todas ellas. Integrar los enunciados a una red, requiere que cumplan ciertas condiciones, como para poder colocar determinadas secuencias textuales, extraídas de ellos, en los distintos niveles nodales de la red, incluido el principal, su título. Hay dos aspectos, entonces, en los que quiero detenerme; en el primero, hago explícito el trabajo que realizo para diferenciar los enunciados según el papel del término en estudio; en el segundo, me refiero, brevemente, al nivelamiento de las redes, es decir, al lugar que en ellas va a ocupar lo dicho en los enunciados.

1. Diferenciación de los enunciados que servirán para organizar las redes

Dado un conjunto de enunciados tal que todos ellos contengan el término en estudio, puede ser fructífero realizar la siguiente diferenciación: a) enunciados en los que el término en estudio es cabecera (es decir, aquello de lo que se habla); b) enunciados en los cuales otro término es cabecera. Así, se podrá considerar cada conjunto de enunciados en los cuales el mismo término es cabecera, o lo es una expresión que lo contiene, como materia prima para la red que será encabezada por ese término.

Pero, ¿qué entiendo, operacionalmente, por cabecera o por aquello de lo que se habla? Porque lo dicho antes implica, concretamente, elegir determinados enunciados que contienen como aquello de lo que se habla al término en estudio. Es decir, que está en alguna posición que sintácticamente es relativa al resto del enunciado, según criterios que deben expresarse explícitamente y han de ser aplicables en general.

Por lo tanto, para poder determinar qué término es cabecera,1 es necesario ordenar cada enunciado según algún criterio lingüístico, como por ejemplo, considerar cada enunciado como FN+FV y ver en qué parte se encuentra el término que se estudia. Las siguientes son las situaciones concretas registradas (tomando a borde como término en estudio en los ejemplos), siendo candidatos para la red, los siguientes casos 1 a 3:

a) El término en estudio está en la FN, de la siguiente manera:

1. Como término+FV (por ejemplo, "el borde es...").2

2. Integrando una expresión en la cual está modalizado: por ejemplo, término+adj o frase adjetival+FV, (como "borde de ataque es...").

3. Integrando una expresión en la cual es modalizador de otro término o expresión, como por ejemplo, sustantivo o expresión sustantivada+frase preposicional conteniendo el término+FV (por ejemplo, "la curvatura del borde es...").

4. Integrando una expresión tal, que: a) interviene como modalizadora de otro término, que ocupa alguna de las tres posiciones precedentes; por ejemplo puede formar parte de un nombre, o constituir una frase adverbial que modaliza un término o expresión (por ejemplo, "El largo máximo del canto astillado que presenta dos bordes posiblemente funcionales que sean adyacentes y se junten en ángulo más o menos agudo, es..."; "La raedera de borde abrupto tiene..."); b) se conecta con un sintagma preposicional, en general, con la preposición "de" seguida de sustantivo (por ejemplo, "El borde de los cantos astillados es...", pero no "El borde de ataque es...", porque aquí se trata de una expresión adjetival).

b) El término en estudio está en la FV

Por último, tanto en el caso 4 de a como cuando el término en estudio está en la FV del enunciado, la referencia a él no se pierde, ni en la red ni en la entrada. En la red, su presencia puede estar indicada mediante hipervínculos. En la parte inferior de cada entrada, a su vez, se listan aquellos términos que, en los enunciados en que el término en estudio se presenta en esas dos situaciones, son la cabecera de tales enunciados, y por lo tanto, nodos principales de una red. Los términos de la lista son hipervínculos que envían a cada una de las redes que designan.

2. Nivelamiento de las redes

El nodo principal de la red es su título, que se extrae de los enunciados que cumplen con los casos 1 a 3 de a, expuestos más arriba. Los niveles de las redes se organizan dependiendo de qué caso satisfaga el enunciado: a) caso 1: en el nivel siguiente al título aparece el verbo junto con el resto de la FV, excepto sus modalizadores, que siguen en un nivel menor ("El filo puede o no constituir la zona activa de la herramienta..."). Este es el caso más simple, y corresponde, en general, a definiciones y equivalencias o posibles sinonimias; b) caso 2: en el nivel siguiente al título, aparece el adjetivo o frase adjetival de la FN y, en el que le sigue a éste, el término al que eventualmente modalice esta expresión ("El filo activo del cuchillo de borde dorsal natural puede ser..."); en los niveles que le siguen, se desarrolla la FV; c) caso 3: el nivel siguiente al título está ocupado por el término que es modalizado por el término que se estudia y, a continuación, en niveles menores, se va presentando la FV ("La convergencia del filo puede determinar..."). Esto no muestra todas las posibles maneras de presentarse un enunciado, pero quizá ayude a mostrar el orden predominantemente seguido en las redes: primero los modalizadores del término cabecera (siguiendo el orden descripto) y, en general, los elementos de la FN, luego el verbo y los elementos de la FV.

Lo que he desarrollado hasta aquí, se cumple (o, al menos intento cumplirlo) en las redes realizadas con posterioridad a octubre del 2000. No obstante, no puede esperarse precisión matemática; se trata meramente de ir ordenando el trabajo mediante criterios, cuya explicitación tienda a promover la coherencia entre ellos y el resultado que proponen, así como, en la etapa que estoy describiendo, la correspondencia entre enunciados y redes.

Semánticamente, el ordenamiento de enunciados expuesto permite reunir los dichos de varios autores respecto de un mismo término, en torno de él en una red, y mostrar en cada red qué núcleo semántico se puede configurar y qué eventuales contradicciones o, aún, qué dispersión (es decir, la imposibilidad de lograr núcleos semánticos), lo impiden.

 

Algunas reflexiones en torno de los ejemplos para a y b:

a) En el caso 1, el término es cabecera del enunciado. El ejemplo dado (borde) forma parte de una oración copulativa, y se trataría entonces de una definición implícita, según los criterios que he seguido para identificarlas. Es la definición de borde, que aquí es cabecera. Es el caso también de las oraciones no copulativas, como por ejemplo, "el borde puede estar retocado...", que tienen un término como FN.

En el caso 2, la FN está formada por una expresión (que en el ejemplo, se refiere a una clase de borde), la cual, en cuanto unidad, constituye la cabecera del enunciado. El autor define esa clase de borde. Se puede considerar que el término es cabecera de la expresión, mientras que ésta lo es del enunciado.

En el caso 3, es también una expresión la que constituye la FN, pero en el ejemplo no se refiere a una clase de borde, sino a una cualidad del borde. Podría ser también una parte o elemento del borde, como en "esquirladuras de uso del borde" o al resultado de una acción ejercida sobre el borde, como en "regularización del borde". La expresión es, como en el caso anterior, cabecera del enunciado, pero la cabecera de la expresión es ese término al que borde modaliza.

A veces, en los enunciados del caso 2, el término constituye a la vez, modalizador de otro (por ejemplo, "La forma general del borde activo es vista..."); aún así, no va a pasar al caso 3, porque en los enunciados que cumplan con este último, el término no puede ser modalizador de otro.

En el caso 4, la FN está compuesta igualmente de una expresión, pero esta es más larga, puede ser más compleja sintácticamente y el término en estudio puede aparecer incluso en una subordinada. El propósito de lograr la mayor claridad posible en la presentación de la red y en la exposición de los criterios seguidos para ello, justifica que excluya este caso 4 de la red del término en estudio. El grupo de enunciados que corresponde a este caso, alimentará las redes de aquellos términos que, en cada uno de los enunciados que componen el grupo, constituyen la cabecera de la expresión que es FN del enunciado, es decir, aquello de lo que se habla. En el ejemplo dado, se puede considerar "canto astillado" como cabecera y, por lo tanto, como nodo principal de esa red y "que presenta dos bordes posiblemente funcionales que sean adyacentes y se junten en ángulo más o menos agudo" como su modalización, que se presentará en un nivel menor de la red.

La presencia de los sintagmas preposicionales, vinculados especialmente con términos que se refieren a partes o aspectos de una pieza o a aquellos resultados de la acción de su producción o de su uso, que la descripción arqueológica toma en cuenta, muestra la importancia que los autores le atribuyen en estas descripciones a la tipología. Entidades como las caras, el retoque, los biseles, los ápices, puntas, etc., no se suelen definir (pero hay excepciones) como sí se definen y describen las eventuales variantes de los tipos de objetos. Se hace variar esas entidades en distintas clasificaciones (de formas, de aspectos, de rasgos componentes, de estados, etc.), intrínsecas al objeto, para poder construir con ellas, relacionándolas, las categorías o tipos de la descripción.

b) Cuando el término en estudio está en la FV, el enunciado va a la red del término que es su cabecera, en un procedimiento que repite los anteriores. La FV, y por ende, el término en estudio al que contiene, se presenta en un nivel menor de la red. Por ejemplo, si el término en estudio es "borde" en el enunciado "El núcleo de astillamiento bidireccional puede astillarse a partir de dos bordes...", la cabecera es "núcleo", modalizado por la expresión "de astillamiento bidireccional" y la FV, conteniendo el término "borde", se presenta en un nivel menor.

 

Notas

1 Las redes no agrupan conceptos, sino enunciados. Con esto quiero decir que es posible que dos enunciados digan lo mismo conceptualmente, pero que, dado que se han dicho de manera distinta, utilizando distintos términos o expresiones, se presenten en redes y entradas separadas. Por ejemplo, los autores han utilizado a veces términos y expresiones de manera intercambiable (como por ejemplo, retoque, negativo y negativo de retoque, que se han ido empleando con el mismo sentido), encabezando la FN de algunos enunciados; pueden verse al respecto las redes de retoque y la de negativo. Un ejemplo similar es el uso de la expresión instrumento denticulado y el adjetivo denticulado como sinónimos (sin embargo, denticulado ha pasado a denominar un tipo, por lo que cuando se lo usa solo, se lo considera como sustantivado), que obligó a distribuir los enunciados entre las redes de instrumento y las de denticulado.

2 Las oraciones copulativas que no constituyen definiciones formales no se limitan a las equivalencias o sinonimias, sino a secuencias que es preciso diferenciar tanto gramatical como semánticamente. Cuando son equivalencias, la FN y la FV pueden intercambiarse y entonces se realizan dos redes y entradas y, para los textos en que se ha registrado el caso, puede considerarse que se han utilizado como sinónimos. Esto es válido en aquellos casos en que la FV no esté constituida por una frase adverbial (por ejemplo, "La regularización de los bordes de las puntas de proyectil es importante en su diferenciación"), por una frase adjetival (como "El retoque es marginal"), etc. Y desde el punto de vista semántico, en aquellos casos en que el texto del corpus llevó a inferir que uno de los dos elementos incluye al otro, he tenido cuidado de utilizar la expresión "incluye a" o "puede ser", para evitar desigualdades. Un ejemplo es "Los cuchillos de borde dorsal natural son (es decir, pueden ser) hojas" (para ese texto, no todas las hojas son cuchillos, pero tampoco los cuchillos son necesariamente hojas).

 

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